11.7.17
Iba a esta carrera con la idea de probar unas cuantas cosas para el UTMB, la preparé bien sobre todo en logística porque es de lo más serio que he hecho, además de otra cuestión personal que medio me obliga a conseguir hacer esto como lo he concebido desde que empecé en ello. Pero me daba un poco igual no terminar si eso me servía para que el Mont Blanc sí llegara a buen puerto, no es por desprecio a las carreras de Andorra, que después de asistir me han hecho Mitiquero absoluto, si no que no quiero estar pendiente de los puntos y esas lerias necesarias... hacerlo, terminarlo, cumplir un sueño de cuando empecé en esto y a otra cosa.
Las pruebas eran cosas apuntadas en ultras anteriores pero sobre todo en el Aneto-Posets por ser la más parecida con dos noches de carrera, y también las últimas cagadas del Courel y la Travesera que me llevaban a una deriva peligrosa a la hora de seguir disfrutando de este deporte. Todas salieron bien, dormir y seguir corriendo para aliviar la segunda noche, cambio de zapatillas y calcetines, hacer la segunda noche en solitario, probar la ropa obligatoria y su comportamiento en alta montaña, confirmar cosas que había hecho en la de Benasque y que habían salido bien, y sobre todo tomarme esto en serio, tomármelo como la forma de vida que creo que sustenta detrás y que había perdido en los últimos 10 meses y seguía haciendo por inercia y prescripción médica, por decirlo de alguna manera, porque realmente, aunque no tenía ganas, sabía que era bueno seguir haciéndolo y que en algún momento volvería ser lo que era... Así parece que ha sido, un sopapo como la Travesera que dije que podía salvarme esta, un desquite en Chandrexa dándole cera para espabilar y este gran trabajo previo para la Mitic parece que han funcionado.
... Además tuve que lidiar con los imprevistos, uno fue unas rozaduras en las ingles que nunca había tenido, un pantalón exterior para llevar el teléfono y la cámara, que en principio no debería provocar esto pero que sí, con ello descubrí que es verdad que el Purelan es casi milagroso como había oído. Desde el km 44 no pude correr y por más que me echaba vaselina seguía creciendo la zona rozada hasta que tras varias pruebas descubrí lo que era, pero hasta llegar a la segunda bolsa de vida en el km 77 y utilizar esta crema lo pasé muy mal, pensé que así no podía seguir ya que sólo estaba cómodo subiendo, me cabreé profundamente porque andar a preveer tantas cosas y que algo así tire todo por la borda me ponía de muy mala leche.
En ese avituallamiento del 77 estaba derrotado, recién caída la segunda noche, dolorido del escozor y muscularmente por adoptar posturas raras para minimizar el roce, con sueño, frío y pocas ganas de comer tuve que pelearme mentalmente conmigo mismo recordándome cosas como "sabes que por muy mal que estés ahora dentro de una hora siempre vas a estar mejor" a lo que me contestaba que con esto de la rozadura ese razonamiento no valía, y volvía, "y que pierdes, prueba"... así me obligué a ingerir algo, echar el purelan que es espeso e incomodísimo de aplicar e ir a una de las camillas que había preparadas para dormir sólo cambiándome los calcetines. Bajo una manta térmica estuve casi una hora descansando, desperté un par de veces hasta que no se porqué, supongo que por estar incómodo, parecía que a mi cuerpo le llegaba el descanso y no quería más, al incorporarme, sentado no notaba nada en la zona dañada, ni mirar quería pero me levanté a ver si ese milagro se confirmaba, y así era, sin hacer movimientos bruscos no tenía dolor en la zona, increíble... "ves mamón", me dije, "haz lo que siempre dices, pasmao".
Entonces organicé todo como había planeado en esta segunda bolsa de vida y cené sobre todo cosas calientes (moraleja, no dormir en sitios muy cómodos, así el cuerpo en cuanto tiene suficiente pide levantarse). Con qué alegría me puse en marcha, cómo disfruté del resto de la carrera, para qué tenemos prisa en tomar decisiones cuando aun tenía hasta las ocho de la tarde desde las once de la noche que eran?, estamos parvos?, podía dormir hasta 8 horas si hiciera falta.
El segundo imprevisto importante fue la neutralización de 1:35 minutos en un refugio donde había un punto de control, la organización perfecta en esto aunque al final en la clasificación me restaron 1:15 aproximadamente, pero reconozco que gestionar este tipo de contratiempos es difícil y la organización estuvo rápida y diligente. Esa hora y media intenté descansar pero era muy difícil ya que cada vez llegaban más corredores y el sitio era muy pequeño, ya estaba dándole vueltas a lo del escozor y a que andando así sería un suplicio hacer todo lo que quedaba. Además los corredores que allí estaban no me ayudaban mentalmente porque se autoconvencían entre muchos de ellos de que lo mejor era abandonar. Tanto que al final creo que el 90% de los que estábamos allí se bajaron y fuimos pocos los que decidimos continuar. Así somos, en cuanto hay un inconveniente el cansancio nos puede.
En otro aspecto tenido en cuenta de antemano, tomarme con mucha calma la velocidad a la que iba sobre todo en las subidas, ya que 9.700m metidos en tan sólo 92 km (restando a los 112 los 16 últimos de bajada y los 4 primeros de la prueba casi llanos) es una cosa que hasta ahora no tenía en la cabeza y que no sabía como podría reaccionar ésta. La idea era ir cómodo en ellas, mejor ir más despacio que andar parándose, y la verdad es que salió muy bien, en ninguna tuve la angustia de que no se termina. Para ello llevaba mi perfil personal con las anotaciones de desnivel y longitud de cada una y el altímetro calibrado perfectamente para saber cuanto iba y cuanto quedaba, además al principio de cada una, y me refiero tanto a subidas como a bajadas, las revisaba el mapa con el track en el teléfono para saber como se repartía ese desnivel, si había descansos...
Perfecto salió todo. Tanto que me di el lujo de hacer el último puerto a mayor velocidad y luego terminar los últimos 16 km de bajada corriendo hasta encontrarme con tres de mis compañeros de viaje a casi 4 de meta. Si os fijáis en el ritmo sobre el perfil, es casi una recta plana lo que indica que el rendimiento fue constante y al final se eleva un poco en esto que comentaba.
Hoy estoy perfectamente, creo que casi mejor que en cualquier otra ultra, terminé con una satisfacción enorme porque no contaba ni siquiera acabar así sin los imprevistos surgidos y en la prueba más dura a la que me he enfrentado hasta ahora. Y además por haber sido leal a mi mismo en mi búsqueda de hacer estas cosas con el menor coste y el mayor disfrute posibles, lo que me preocupa por otro lado porque esto hará que quiera más, y lo que me alegra porque es lo que había perdido hace 10 meses.
Lo pensaba por el camino cuando veía que los imprevistos me hacían perder tiempo, y tienes que luchar con esa manía de querer llegar antes, antes cuanto?, un par de horas?, un par de horas agonizando al final para qué?, para 15 puestos menos?, para no ver nada de las zonas por las que pasas? xq en esta carrera con lo sumamente técnica que es, es imposible correr y ver el paisaje en el 80% de su recorrido.
A mis hijos, y espero que a los suyos, les contaré y les enseñaré las carreras que terminé no si las terminé en 36 o en 34 horas y si quede de 144 o de 129... les enseñaré vídeos de zonas impresionantes por las que pasé para ver si despierto en ellos mi misma devoción por degustar las distintas cosas que nos ofrece la naturaleza y como las montañas contienen de los mejores manjares en este sentido.
PD: Que relajado me voy al UTMB, anoto que esto no me despiste y que sea igual de escrupuloso preparándola, así si luego sale mal no me quedaré fastidiado por no hacer lo que tuve que hacer. Pero voy relajado y así dedicaré mi mente a disfrutar del viaje de ida y vuelta hasta allí con mi familia y no pensando en la carrera, y sacaré la mejor digestión al menú que me tengan preparados los Alpes, sean sólo en los entrantes o llegue hasta los postres. Gracias Travesera, gracias Chandrexa y sobre todo gracias Mitic, tu dorsal estará pinchado en el corcho como lo mejor y más duro que he hecho y creo que por mucho tiempo.
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