Mi amigo Esteban está de cumpleaños el 3 de mayo. Este año
Vanessa, su novia, me comenta qué puede regalarle relacionado con el deporte.
Por aquellas fechas me pongo a ver qué pruebas hay para que le pueda regalar
una inscripción y allá me encuentro con esta prueba novedad este año y de
cabeza le digo “regálale la inscripción a este duatlón cross en el Courel,
Laura y yo vamos a ir” La verdad es que Laura y yo todavía no nos habíamos
apuntado, pero acabamos haciéndolo (no podía ser de otra manera)
Fueron pasando las semanas y una vez prácticamente terminado
el calendario de carreras de montaña (circuito GMTA en mi caso) procedemos a
acometer esta nueva prueba. La zona la conozco bastante bien pues ya he
participado en varias carreras en el Courel. Como la parte de bicicleta es la
que más me preocupa y viendo que eran 40km con más de 2.000m de desnivel
positivo decido ir un par semanas antes a reconocer el terreno porque pinta que
va “a dar que roer” pero esta parte la voy
a obviar de esta crónica porque si no se haría muy larga. Vamos a ir
directamente a la prueba.
El viernes 18 por la tarde arrancamos Esteban, Laura y yo
con nuestras 3 bicis a cuestas del Volvo rumbo al Courel. Después de 2 horas y
media llegamos al colegio de Seoane a tiempo de recoger los dorsales.
Con la bolsa de corredor ya en nuestro poder nos vamos para
Paderne donde teníamos alquilada la casa rural Casa Rodrigo. Preparo una buena
perola de pasta con atún y salsa de tomate que nos zampamos los 3 sin mayor
problema y al rato salgo de nuevo hacia Seoane a esperar a Alberto, Lucía y
David que compartíamos casa y no sabían donde quedaba Paderne. Entre unas cosas
y otras nos acostamos sobre la 1 de la madrugada y a las 6:30 había que estar
en pie (en estos lides ya se sabe que siempre se duerme poco)
Suena despertador, nos enfundamos el mono de triatlón,
preparamos bolsa con los atuendos para la transición, buen desayuno y venga
camino hacia Seoane.
Una vez en Seoane descargar bicis, comprobar que todo está
correcto, colocamos las bicis en la zona de transición. La verdad que en este
aspecto no había mucho problema porque éramos poco más de 30 participantes.
Foto pre carrera, calentamiento y para la zona de salida.
Arrancamos el primer sector de carrera de unos 10km de
longitud subiendo hacia la zona de Mercurín. Me coloco en las primeras
posiciones y voy subiendo en el primer grupete de cabeza. En el lugar donde
había que abandonar el sendero por el que íbamos el corredor que iba justo
delante de mía en cabeza que no era otro que Rubén Velázquez (campeón de España
de la modalidad) duda por donde es, le indico y en ese momento cojo la cabeza
de la carrera y así me mantengo durante todo el sector de 10km de carrera. Voy
a ritmo cómodo pero pensando que para ser la primera vez que me enfrento a un
duatlón cross y habiendo participantes
de nivel que vienen por detrás de mí algo estoy haciendo mal.
Sin darle demasiadas vueltas sigo a lo mío y llego al
avituallamiento que hay a mitad de recorrido, bebo un poco y a seguir.
Al rato veo por detrás está muy cerca Rubén, me alcanza y
compartimos los últimos km a ritmo cómodo e incluso entablamos conversación.
Entre otras cosas me quedo con el comentario que hizo. El terreno aquí en
Courel es muy técnico y hay uno que vino con una bici rígida de todo, a lo que
tuve que responder que ese “loco” era yo, su respuesta “¿y cómo vienes con
eso?” previamente ya le había comentado que lo mío era correr y que seguro que
en el sector de bici me iban a pasar muchos, sobre todo con las zonas técnicas
que había en el sector de bici.
Llegamos a la transición juntos y con margen sobre los demás
corredores. En la transición ya me di cuenta lo que es estar “ducho” en estos
temas, aún no había yo terminado de quitar las zapatillas y Rubén ya estaba
arrancando con la bici.
Yo arranco a mi ritmo con la bici consciente que me esperaba
una buena paliza y la gran parte del tiempo de la prueba.
Nada más empezar tenemos que afrontar la subida hormigonada
que une el colegio con el resto de la aldea de Seoane, esto ya te pone la “patata”
a ritmo.
A continuación tocaría coger la ruta de senderismo
denominada nº 4 que llevaría hacia Paderne, sendero con tendencia ascendente
con repechos de mucha pendiente y con mal firme (pizarras grandes) que obliga a
llevar la bici por la mano en muchos tramos y hacen los primeros km un
suplicio.
Llegados a Paderne tendríamos que acometer unos 4km por
carretera porque el recorrido original estaba bloqueado en varias zonas por
árboles caídos a causa del temporal habido esa misma semana (menos mal porque
el recorrido original seguía siendo un infierno)
A todo esto comentar que en primer tramo camino a Paderne me
alcanzan un par de participantes y en el tramo de asfalto nos alcanzan un par
de ellos más. Dos de ellos se van delante, yo decido seguir tranquilo a mi
ritmo ya que la bici no es lo mío y no sé cómo van los demás. Una vez dejamos
el asfalto nos quedarían unos km de ascensión esta vez por pistas de buen firme
y muy rodables para después acometer unos km de pista en descenso donde si te
dejabas ir alcanzabas buenas velocidades (en torno a 50km/h en mi caso). Durante esta bajada alcanzo al
corredor que hasta ese momento iba segundo, llevaba la bici por la mano, rotura
de cubierta y hasta el avituallamiento a esperar a que lo fuesen a buscar, es
lo malo de la bici de montaña…
Al final de la zona de bajada se llegaba a la aldea de
Seceda para seguir unos metros por carretera hasta coger la segunda zona de
ascensión, ésta más larga que la anterior pero de muy buen firme, solo hacían
falta fuerzas para subir a buen ritmo. Al inicio de este sector veo que llega
un corredor, a los pocos metros subiendo por la pista me adelanta a un ritmo
endiablado y pienso “cómo va este tipo”. Era Raúl Morla, que acabaría quedando
segundo clasificado en la general.
Yo sigo a lo mío, en ese momento voy quinto, pegado al
cuarto, el segundo y tercero no van lejos, Rubén jugando en otra liga súper
aventajado.
Finalizada la zona de subida solo quedaba bajar hacia
Seoane, primero por pista descubierta, después entre castaños, paso por
Mercurín y sendero técnico hasta el colegio de Seoane para la segunda
transición.
Llego a la transición en cuarta posición justo cuando
arranca el tercer participante a correr. Hago la transición lo más rápido que
puedo y arranco a buen ritmo. Las piernas responden bastante bien porque
veníamos de una zona de bici bajando con lo cual no estaban muy cargadas y
empiezas a correr bajando del colegio. Al rato te desvías por sendero subiendo
hacia monte Cido. Voy subiendo a un ritmo no muy alto pero alegre intentando
alcanzar al tercer corredor. Lo veo al rato, empiezo a apretar un poco más y lo
alcanzo al poco. Sigo subiendo a buen ritmo por si hubiese posibilidad de
alcanzar al segundo (al primero imposible). Llego al avituallamiento, bebo y
pregunto cómo es lo que queda de recorrido y cuánto me saca el que va delante.
Me comentan que toca bajar y una parte final por asfalto y que el segundo me
llevará unos 3 minutos.
Dejo el avituallamiento y me lanzo Monte Cido abajo
pensando, “si no me la pego, el tercer puesto no debería perderlo, vamos a
intentar cazar al segundo” Durante la bajada no lo veo en ningún momento, llego
al asfalto e intento coger ritmo fuerte, quedan unos 2km por asfalto hasta la
meta. A falta de unos 500m veo al segundo corredor, apreto algo el ritmo pero
cuando estaba a poco de alcanzarlo estábamos prácticamente en meta con lo cual
el apretón que le metió él hizo imposible que lo pudiese alcanzar entrando en
meta unos segundos por detrás.
Al final tercer clasificado en la primera prueba de esta
modalidad, contento por las sensaciones, sabiendo que tengo que mejorar mucho
en el sector de bici (cosa que intentaré hacer)
Repongo fuerzas en el avituallamiento y al rato llega
Esteban del sector de bici para acometer la última parte de carrera, le comento
como es lo que queda, que se tome con calma la subida que después es todo
favorable.
Espero que llegue a meta y como Laura todavía está en la
bici pensamos que nos daría tiempo a ir a ducharnos y volver para verla llegar
y asisitir a la entrega de premios.
Cuando llegamos de vuelta a Seoane Laura está ya en el
último sector de carrera acompañada por Lucía y Alberto que estaban haciendo
todo el recorrido juntos.
Los premios ya los habían entregado pero yo no me quedé sin
mi trofeo ni sin la foto junto al ganador Rubén (Raúl ya se había marchado, por
eso adelantaron la entrega de premios programada para cuando hubiesen
finalizado todos los participantes la prueba)
Esperamos a que terminen Laura, Lucía y Alberto y les
entreguen los premios a ellas porque fueron las dos únicas valientes que se
enfrentaron a tal reto, en ambos casos también su primera participación en un
ducross.
Sin más recogemos bicis y nos vamos para Paderne a que se
duchen ellos. Mientras tanto yo ya había liado a Cuña que no había podido ir al
ducross por temas de trabajo para pasar su inscripción al maratón de BTT de la
semana próxima, en cuanto me confirma que OK ya me inscribo yo también ya que
al mejor clasificado en la combinada de las 2 pruebas le regalarían una bici
Boamorte edición especial valorada en más de 2.500€ y había que intentarlo
(Rubén no iba a participar en el maratón BTT con lo cual había posibilidades,
pocas pero había) Bajamos de nuevo a Seoane de nuevo a tomar algo antes de
volver a Paderne a cenar unas pizzas que habíamos comprado y que tuvimos que
calentar en el micro porque no tenían horno en la casa rural (menudo chicle
jejeje)
Sin más a descansar, por la mañana desayuno, recoger la casa
y rematar la mañana con ruta de senderismo por Devesa de Rogueira, bocadillo de
tortilla francesa en Seoane y rumbo para casa.
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