martes, 2 de agosto de 2016

Cuando ser finisher no es suficiente. DesafiOSOmiedo, por Luis Rodríguez

Todo el año preparando el puñetero UTMB, y ves una prueba que ya has hecho dos veces, de la distancia ideal a un mes del objetivo, fácil de llevar y que puede dejar buenas sensaciones para afrontar el doble de distancia y desnivel, así que entreno perfecto piensas.
También pasas todo el año probando cosas en ultras para llegar a este momento y no tener dudas en nada.
Pues todo una mierda. Ahora mismo tengo dudas en varios aspectos del material, es más, más que dudas no sé qué hacer porque el que tengo probado no me convence ninguno en algunas prendas tan importantes como las zapatillas y los calcetines, por ejemplo. Con lo cual habrá que coger lo que pensamos menos malo, porque no están 170 km para probar cosas.
Y lo que más me fastidia es que hasta este año nunca estas prendas fueron un problema para mí en ultradistancia.
Y para terminar de rematarla, la sensación mental después de somiedo es nefasta también, es decir, todo lo contrario de para lo que fue elegida, de ahí el título del post. Y es que para mi ser finisher siempre tiene que ir acompañado de buenas sensaciones para estar completo el asunto, y más este año con el tema del Mont Blanc.
Todo empezó cagándola en el pre, todo lo que sabes que debes hacer, que debes prever, vas y no lo haces, incluso en carrera... supongo que como dicen los mexicanos xq me daba hueva, y creía que ya estaba todo hecho y que en somiedo no podía salir mal la cosa. Pues más pa aprender: en ultras, a partir de, sobre todo de esto, 80 km, no hay coñas que
valgan.
En 50 km algo sale mal y tiras palante que total ya está ahí, pero a partir de 70­80 km
además de que pueden salir muchas más cosas mal, si aparecen varias y pronto es muy probable que no puedas tirar palante. Y así es, bajas la guardia en algo y zasca, es que sale mal sí o sí como ya le gustaría al propio murphy para su teoría. Por eso que si no haces lo que sabes que tienes que hacer es para autoapalearse.
Lo único bueno sobre esto, de lo que ahora intento autoconvencerme es que es mejor que esto me pase en la anterior, que en el UTMB, si saliese todo perfecto podría sufrir este apapanamiento luego en la otra, así que mejor que hubiera pasado ahora. Pero bueno, no me convence de todo el asunto.
Lo más grave de todo fue que, como no pronosticaban este calor y la organización insistía con la ropa de abrigo y sólo pedían un litro de agua, no cogí el camel, ni metí un bidón de repuesto en la bolsa de corredor, e hice lo contrario a lo que siempre digo de: prepara la mochila y todo lo demás lo metes en el coche igual. Así terminé con un bidón que perdía agua cuando nos empezaba a zurrar el sol y a 8 km del siguiente avituallamiento. Conseguí llegar, aunque con síntomas de deshidratación gracias a que había muchos voluntarios en multitud de sitios y un par de ellos me dejaron pegar unos sorbos al agua que tenían. Punto más positivo de esta carrera, el voluntariado.
Por contra, el menos positivo es la poca variedad en los avituallamientos y la falta casi total de cosas saladas en los mismos, con lo cual la tarea de reponerse de una deshidratación se hace ardua. Así estuve desde el km 20 hasta cerca del 50, un desastre. Acabé hasta tomando café con leche en la Farrapona, lo que indica lo que tenía previsto para allí al organización, pero leche, si las condiciones cambian, no hace falta eliminar el café con leche, te llevas unos hielos y asunto arreglao.
Pues en todo ese tiempo de recuperación, la positividad mental de otras veces brilló por su ausencia, esta es la otra cuestión que me repatea de lo sucedido en esta prueba, y esta no tiene el consuelo explicado para la otra. Xq además iba pensando todo el rato en que si esto me pasaba en la UTMB tan pronto iba aviado.
En esos momentos entras en bucle, en barrena, y en vez de buscar soluciones sólo te buscas la ruina. Ahí van unas cuantas de las que se me pasaron por la cabeza y que en
esos momentos no servían para nada, bueno, sí para seguir cagándola por no atender a lo que tenía que atender.
Empecé a darle vueltas a qué cojones hago haciendo trail si no tengo las condiciones
buenas para ello, manda truco diría alguno, incluso yo mismo en otro momento. Pero sí,
pensaba eso, que peso mucho, que soy poco eficiente para este deporte, que sudo una
barbaridad y que aunque esto no fuera un problema para terminar, en mi caso para 170 km creo q sí.
Así terminé por huevos,  sin interés por la prueba xq ya la conocía y no había el factor
sorpresa de los impresionantes paisajes que tiene, desgastado física y mentalmente y con más dudas que nunca sobre mi participación en el UTMB.

DesafiOSOmiedo 2016 - por Lolo

Somos animales de costumbres un poco extrañas, estás deseando acabar una prueba reventado y diciéndote "tengo que replantearme esto del trail, tanto km no me compensa, esto es de locos" y nada más acabar una prueba ya no te acuerdas de esas penurias, solo te acuerdas de esos paisajes, compañeros, etc

Venga, vamos al grano. Pues si, aún estaba lamentándome de mi anterior carrera y ya estaba dándole al enter para ver si podía correr en Somiedo, es más, me apunto a las dos pruebas (MDS y UTDS) ya que es por sorteo y así tendría más posibilidades de participar. Una vez realizado el sorteo tengo la suerte de que me toque la MDS de 45km, y no sería el único Coutadas, también participarían Marcos Cidrás, René, Don José Angel Martínez, Dani Corvo y Luis Rodríguez, nuestro último gran fichaje.


El día antes me voy en el coche con el clan Cidrás hacia Somiedo. Allí nos encontraríamos con los otros compañeros. Recogemos los dorsales, tomamos unas cervecitas y degustamos de unos pocos productos típicos asturianos. Disfrutamos del ambientazo y del pueblo precioso (Pola de Somiedo).

El día de la carrera a Marcos y a mi nos toca madrugar ya que René va al Ultra (madre que lo parió...) Ya en la salida nos encontramos con los otros compis que también van al Ultra, unos bestias. Esta vez no suena AC/DC sino unas gaitas con el himno de Asturias y, a correr! Suerte compañeros!
Los demás nos vamos a nuestro punto de salida en el Valle de Lago. Preparo la mochila, agua a tope y geles de magnesio a dar por culo. Sara, quien nos acompaña, nos hace unas fotos en la salida y nos preparamos para salir. De nuevo suenan las gaitas y allá vamos! A Marcos ya ni lo veo, suerte compañero.

Yo salgo a mi ritmo. Poco a poco la carrera nos va poniendo a cada uno en su sitio, ya que la carrera va en permanente subida hasta el lago, km7 a 1580m. Mires donde mires el paisaje es precioso. Ya en el Lago nos dirigimos hacia La Farrapona, pasando por los lagos de Saliencia, otra chulada. Menudo tapón nos formó una vaca con su ternerito, no había valiente que los intentara adelantar. Vamos por una pista y llegamos al avituallamiento de La Farrapona; ahí me hidrato bien y cargo agua, Me mojo la gorra porque lo que viene ahora tiene tela. El sol aprieta que no veas, y eso que decían que iba a haber tormenta. Empezamos a subir un grupito que íbamos al mismo ritmo, Rober de Ultralifeteam, antes compañero ahora rival jejejeje, y Javier Trillo del Sada. Venga subir y subir y subir. El paisaje impresionante, y cuando parecía que acababas de subir, se ve el cresteo de la montaña y una fila de trailrunners impresionante. Nunca había corrido por un terreno así. Hacemos foto de rigor y seguimos.
 

Pasamos la cumbre de los Bígaros y bajamos al puerto de la Mesa, justo en la frontera con León. Ya no sé qué es mejor, si subir o bajar. Vamos por un tramo muy bonito y llegamos a Saliencia, donde nos podemos avituallar e el km21,5. Ya va quedando menos.
Continuamos descendiendo hacia Endriga. Hacemos una parada técnica para mear y casi muero de calor. Era parar y notar cómo subía la temperatura, mi madriña! Es mejor correr que estar parado. De ahí llegamos a otro puerto y venga a subir! Qué gran invento los bastones, algunos compañeros que van sin ellos se quedan un poco atrás.
Seguimos subiendo y disfrutando del paisaje hasta empezar a bajar al pueblo de Arbeyales en el km36. Ya va quedando menos.


Tras un tramo de carretera que también se agradece pues los pies van recocidos de tanto calor, nos llega la última subida... menos mal que era en cemento y se hacía más cómoda, pero larga de cojones. Al llegar al avituallamiento la gloria nos espera, Pola de Somiedo está ya a solo 8km en continua bajada. Ahí el grupo con el que íbamos se nos escapa, el madrileño nos hizo la del 13-14 y eso que decían de entrar ya todos juntos después de hacer casi toda la carrera juntos (cabrón) Ya entrando en el pueblo lleno de gente te empiezan a aplaudir y te sientes un pro y el speaker al fondo diciendo tu  nombre...MOLA MUCHO


En resumen,  carrera de diez y organización de diez. Si tenéis la oportunidad de ir no lo dudéis y darle al enter.








 
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