lunes, 7 de marzo de 2016

TransGranCanaria - Por Nando


UNA META COMO OBJETIVO, UN SUEÑO HECHO REALIDAD.

Esta historia comienza en mayo del año paso durante mi participación en la Transvulcania 2015, donde conozco a mi gran amigo Angelo y me habla de la prueba reina de la Transgrancanaria, en la cual él había participado.

Desde ese momento ya sé que la quiero hacer y en mi pensamiento ya solo existe la idea de programar otro viaje a las islas, esta vez para ir a la isla de Gran Canaria para disputar dicha prueba y así también disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Pero esta aventura esta vez no la iba hacer yo solo.
Un día hablando con mi gran amigo Edu y comentándole mi idea de participar en la Transgrancanaria 2016, me dice sin pensárselo que él también la quiere hacer. Yo le digo que quiero hacer la de 125km y después de dudar un poco asiente con la cabeza y me dice: yo también!
Durante los meses previos empezamos con todos los preparativos... viaje, estancia, material para la prueba, entrenamientos, etc etc.
Los meses pasan rápido y ya estamos encima de la fecha casi sin darnos cuenta y con los nervios y la incertidumbre de saber cómo va a salir todo.


El jueves a las 7:00 de la mañana partimos para Madrid y tan pronto llegamos fuimos corriendo para la puerta de embarque del avión que nos llevaría a Gran Canaria.
Llegamos a la isla a mediodía, nos dirigimos al hotel, comemos algo, descansamos un poco y ya por la tarde vamos a Expomeloneras que era donde se encontraba la feria del corredor y donde se realizaban todos los eventos relacionados con la prueba (como la presentación del nuevo libro (Corriendo hacia lo imposible) de mi amigo Albert Jorquera, y como no... la recogida de dorsales.

Damos una vuelta por la feria viendo todos los stand y nos dirigimos a recoger los dorsales y mientras esperaba se escucha por la megafonía:”dónde esta ese gallego del Coutadas Trail Team, donde está mi amigo Nando", y no era otro que mi gran amigo Angelo que estaba dentro del gran elenco de speeker que iban a amenizar la prueba (y eso que iba a correr la carrera pero por trabajo no pudo) codo a codo con otros tres compañeros entre ellos el gran Depa.



En ese momento me encontré con mi compañero Dani Corvo y tras presentarnos a nuestras respectivas familias nos sacamos unas fotos de equipo (gracias Dani por venir a mi encuentro),


después de compartir impresiones, de darnos algún que otro consejillo, de desearnos suerte y comprometiéndonos a esperarnos en la línea de llegada con micro en mano y hacernos un recibimiento triunfal, como así sería (gracias amigo). Y antes de marcharnos también me pasé por la sala donde Albert Jorquera presentaba su libro para saludarlo y charlar un rato.

El viernes día de la carrera cenamos a las18:30, pues a las 20:00 teníamos que estar en Expomeloneras para coger el autobús que nos llevaría a los corredores al pueblo de Agaete, que era donde se daba la salida de la prueba.
Ya en el autobús se respiraba tensión en todos los corredores, casi todos extranjeros a los cuales no se le entendía nada, y después de una hora y media de trayecto llegamos al punto de partida.

Con otra hora y media de espera hasta la salida nos dedicamos a empaparnos del ambiente festivo que reinaba en el pequeño pueblo en ese momento, llenándose de corredores. Después de un rato nos dirigimos a su pequeña playa para realizar los últimos preparativos y esperar a q nos llamasen para hacer el control de material (que no nos hicieron) y el del chip.

Con puntualidad inglesa a las 23:00 dan la salida y empezamos la marcha lentamente cuesta arriba por la calle principal mientras a ambos lados de la calle la gente nos animaba sin parar, IMPRESIONANTE LA SALIDA.
Después de unos 500mtrs giramos a la izquierda y empezamos la primera subida entre pista y senderos que nos llevaría hasta el km10 donde nos encontramos el primer avituallamiento en Tamadaba. Reseñar que en esos 10 primeros km acumulamos nada menos que 1400+, un buen calentamiento! Nos hidratamos bien, comemos algo y seguimos nuestro camino, esta vez como unos 9km en bajada, de los más corribles de la carrera pero que al ser de noche los corredores no iban muy rápido, o por miedo a una caída o sabiendo que aún quedaba un mundo por delante. Y así llegamos al pueblo de Tirma en el km19, donde se encontraba el segundo avituallamiento y donde por cierto ya se ven los primeros abandonos por hipotermias. Estaba siendo una noche bastante fría y mucha gente no iba lo suficientemente abrigada. Después de estar un rato y tomarme algo calentito, volvemos a la faena por una calle que nos invitaba a empezar a subir, pero en mitad de esa calle se encontraban unos baños en donde tuve que hacer una parada, mientras mi compañero proseguía la marcha para que no le cogiera el frío.
Al salir de Tirma nos encontramos con la segunda subida de unos 13km y por caminos de piedra por donde antiguamente subían hasta el pueblo de Artenara. Después de llegar arriba teníamos una bajada de unos 2km por una zona bastante peligrosa que nos llevaba a Artenara, donde se daba la salida de la prueba Advanced de 83km (donde participaba nuestro compañero Dani Corvo) y por poco no me encontré con él pues a escasos metros de llegar dieron la salida de la prueba.
Una vez llegado espero un rato a que llegue mi amigo Edu que se había quedado un poco rezagado y nos dirigimos al avituallamiento donde se encuentra un chico con muletas y en broma le pido una para arrearle a Edu (qué bien lo pasamos) y resulta que el chico era un cámara de la tele que retransmitía la carrera, y le dije que le hiciera una entrevista y se la hizo.


Ya después de las bromas y haber comido y bebido bien nos ponemos en marcha tras 35km recorridos, ya con la ilusión del primer metro después una noche dura.

Otra vez, y como no, la salida del pueblo es cuesta arriba y nos adentra en un senderito estrecho que nos lleva de camino a Fontanales, donde después de 8km, para mí la zona más corrible de la carrera con algún repecho seguida de alguna bajadita. Una vez llegado al pueblo nos encontramos con el avituallamiento y tras descansar un poco y alimentarnos bien emprendemos otra vez la marcha, ésta vez en ligero descenso que no duraría mucho pues ya pronto volvemos a subir para encaminarnos hacia Valleseco y en esa subida que nos llevaba al pueblo empezamos a hablar con un chico de la isla que nos decía que para él era el pueblo más bonito de la isla por el entorno más parecido a Galicia que a la isla por su naturaleza (a la que ellos no están acostumbrados).


En Valleseco nos encontramos con el sexto avituallamiento  donde rellenamos de agua las mochilas, comemos y cogemos alguna gominola que después iríamos comiendo por el camino.

Ahora en bajada de unos 8km por zonas variadas entre ellas una parte con cuerdas que mucha gente se la saltaba y cogía otra alternativa por el tapón que se formaba. Un poco después llegamos al pueblo de Teror donde en su plazoleta y delante de la iglesia estaba el avituallamiento y donde en los alrededores se encontraba mucha gente animando. Así como entramos tenían música y en esos momentos nos marcamos un súper baile Edu y yo. Toda la gente que se encontraba por allí aplaudiéndonos y los de la organización sacándonos fotos. En ese momento fuimos el centro de atención, de hecho las chicas del avituallamiento quisieron sacarse una foto con nosotros, y los de la organización nos decían “llevando 60km como lleváis con lo que os viene ahora y todo lo que os queda ¡qué humor tenéis!”, pero nosotros no pensábamos más allá del momento en el que estábamos.


Cuando íbamos a marcharnos nos sacamos una última foto delante de la Iglesia de Nuestra Señora del Pino, no sin antes pedirle que nos ayudara en esta nuestra aventura.
La verdad que no nos podíamos imaginar la que se nos venía encima, pues teníamos 14km en constante subida hasta el siguiente avituallamiento en el Talayon, durante esta subida nos fuimos encontrando muchos “cadáveres” de gente que estaba extenuada y con pájaras. Ese avituallamiento era el único que no tenía acceso con coche y en el cual se encontraba un todoterreno ya cargado con abandonos. 

Cuando llegamos nos lo tomamos con mucha calma y paramos un buen rato hidratándonos bien, rellenando la mochila de agua y comiendo muchas, muchas patatillas, pues sabíamos que aún nos quedaban algunos km más para arriba hasta llegar a la Cruz de Tejera y ya se estaba haciendo duro tanta subida seguida, pero una vez logrado llegar al alto de la Cruz venia una bajada bastante pronunciada de unos 6km hasta el pueblo de Tejera, donde se encontraba para mí el avituallamiento más bonito enclavado dentro de una especie de casa rural y donde al estar entrando un corredor me comenta que para él es el sitio más bonito d la carrera. Pero el panorama que nos encontramos dentro se tuerce al encontrarnos con más gente que abandonaban. Nosotros seguíamos a lo nuestro, ir sumando km y a la vez recortándolos.


En ese avituallamiento cuando intenté abrir la bolsa de hidratación no era capaz de lo duro que estaba pero muy atentamente unos voluntarios consiguieron abrirla para mi respiro pues nos quedaba una buena subida hasta el Roque Nublo (que es donde está situado el centro de la isla) y donde nos cruzaríamos los que íbamos con los que ya venían, pues había un control de chip. Ahí empezaríamos a bajar para dirigirnos al Garañón que se suponía que tenía que estar en descenso y en el km 81 según el perfil que teníamos en el dorsal, y al final resultó que llegamos al avituallamiento del Garañón subiendo y con 84 casi 85 km. El problema es que ya me encontraba sin agua y no dábamos llegado, y los demás corredores también se quejaban de lo mismo.


Cuando llegamos a dicho avituallamiento lo primero que hice, como os podéis imaginar, fue beber. Estaba seco!,  y acto seguido nos dirigimos al interior del refugio para buscar de comer (decir que era el avituallamiento más completo). Me comí dos platos de pasta y al acabar un té. Durante ese tiempo puse el reloj a recargar en una batería que tenía Edu y le cambié las pilas al frontal, siendo conscientes de que se nos iba a echar otra noche encima. Me quité la ropa húmeda y me puse otra seca y guardé el chubasquero viendo que el tiempo parecía que estaba cambiando, pero cuando salí a fuera la sensación era de frío y lo volví a poner, pues no me quería arriesgar a enfriarme.




Después de casi una hora en el avituallamiento seguimos dirección al Pico de las Nieves, punto más alto de la isla y con mucho frío, pues salimos de estar calentitos dentro del refugio al frío que hacía fuera. Noté ese cambio de temperatura, pero rápido entré en calor al ver la subidita que nos esperaba para coronar el Pico de las Nieves, que aunque no muy larga era muy pronunciada y con mucho polvo.
Una vez llegamos comenzamos una bajada por medio de arboledas por un sendero que nos llevaba a otra bajada por un barranco,  por un camino empedrado y en el cual aprovecho para sacar alguna foto a Edu y desde donde se divisa al fondo a lo lejos el pueblo de Tunte, que es nuestro próximo destino. Después de unos 9km de bajada llegamos al pueblo y reponemos fuerzas en el avituallamiento y aprovechamos para echarnos crema en las piernas. La gente iba muerta; cada vez les cuesta más.


Otra vez empezamos tirando para arriba  y durante unos 8km nos lo pasamos subiendo para no ser menos, pero después viene una bajada por una zona bastante técnica y en la cual ya cuesta corre. Pero nosotros nos marcamos un ritmo cómodo y lo hacemos corriendo la mayor parte, habiendo ya anochecido hacía tiempo, e íbamos con los frontales encendidos hasta llegar al penúltimo avituallamiento de Ayaguares en el lateral del embalse. En este avituallamiento apenas puedo comer pues tengo el estómago algo tocado y ya no me entra nada, y no era el único, pues se miraba gente en mi misma situación. Por mi parte no era por culpa de tomar geles pues no tomé ninguno durante toda la carrera.  Yo creo que debió ser por culpa del polvo tragado durante todo el día. Aprovechamos para recuperar fuerzas y comenzamos la marcha cruzando el embalse al otro lado donde nos espera la última subida de unos 3km por una pista ancha y no muy dura, pero la gente la subía como buenamente podía. Yo iba bien de piernas y decido subirla rápido, adelantando a muchos corredores. Cuando llego a lo más alto espero un ratito a que llegue Edu y empezamos a bajar siguiendo la misma pista durante 1km para nuevamente girar y así adentrarnos en el Barranco de los Vicentillos, que es la parte más fea de la carrera pues transcurre la gran mayoría de sus 7 km por un río seco lleno de cantos rodados donde es casi imposible mantenerse de pie y ya no digamos el poder correr, que es cosa imposible por lo que decidimos hacerla poco a poco con la idea de no lastimarnos, pues era muy fácil torcerse un tobillo o incluso caerse. Esos 7km se hicieron larguísimos  pues parecía que no avanzábamos.



Cuando nos faltaba como 1 km para acabarlo decido mandarle un whatsapp a Marta (mi mujer) para decirle que estábamos a 6km de la meta y así estuviera tranquila, pues dicho barranco estaba consiguiendo que nos retrasáramos en la hora de llegada. Durante toda la prueba intentaba mantenerla informada a la vez que aprovechaba para mandarle fotos de la carrera y ellos a mí me mandaban ánimos desde el primer minuto hasta el último consiguiendo que no tuviera ningún momento de bajón. Cuando llegamos al final del barranco ya empezamos a divisar las luces de Maspalomas, lugar de la Meta. Nos adentramos en una pista que nos llevaría hacia esas deseadas luces. Después de 2 km de pista entramos en unos senderitos que nos llevan a un canal seco que transcurren en dirección al mar, a escasos 3km para meta se encuentra el último avituallamiento en Parque Sur ya dentro de Maspalomas, en ese avituallamiento no paramos. Volvemos a entrar otra vez en el canal por el que recorremos cerca de 1km, y subir a un paseo que nos lleva a entrar en la Avenida que nos dirigirá hacia la Meta Expomeloneras. Con un ritmo lento y cansados decidimos afrontar ese último km que nos llevará a tacar la gloria, tras tantas horas de esfuerzo, algo nunca imaginado. Cuando enfilamos los últimos metros veo a las personas que más quiero en esta vida esperando por mí y entre eso y sus gritos de ánimo empiezan a florecer las lágrimas en mis ojos. Y como no, para acabar la aventura se encontraba con el micro en mano mi gran amigo Angelo como bien nos había prometido estaba recibiéndonos en el arco, algo increíble. La entrada entre lágrimas me impidió hablar con él en ese momento, y mi deseo en ese momento era fundirme en un gran abrazo con mi familia y comérmelos a besos, os puedo asegurar que es algo inexplicable.


Lo más curioso de esta historia que empezó y acabó con la misma persona, "Angelo". Muchas gracias, amigo. Eres grande, gracias por tus consejos!!!!. Darle también las gracias a mi "hermano" Edu, por acompañarme en esta gran aventura, por la valentía de afrontarla, sin ningún temor. Grande hermano, eres muy grande!!!!.Y no quiero olvidarme de mi mujer e hijo que sabiendo la ilusión que me hacía esta carrera, soportaron mis horas de ausencia en entrenamientos y carreras para que  pudiera prepararla. Os quiero!!!


GRACIAS A TODOS POR ESTAR AHI, SEGUIENDOME DURANTE ESTE GRAN RETO Y SOBRE TODO DURANTE MAS DE 24 HORAS. 
UNA META, UN SUEÑO. Hasta siempre TRANSGRANCANARIA.




















4 comentarios:

Unknown dijo...

Contigo iría al fin del mundo .Eres un grande , pero dejame recuperar algo antes de empezar otra aventura

Unknown dijo...

Contigo iría al fin del mundo .Eres un grande , pero dejame recuperar algo antes de empezar otra aventura

Unknown dijo...

sois muy grandes enhorabuena a los dos.

Unknown dijo...

soys muy grandes los dos ,noraboa

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