II Trail Trega. Por Mariano.

Después de mucha incertidumbre se celebraba por fin la segunda edición de esta carrera, en esta ocasión en el mes de Noviembre en vez de Junio como ocurrió el año pasado, y el perfil se ha endurecido con más distancia y sobre todo más desnivel: subiremos a la cima del Monte Tecla en tres ocasiones, cada vez por una vertiente diferente.

 Con una mañana fría y clara, arrancamos más de 200 participantes, entre ellos 11 miembros del Coutadas, y en esta ocasión mi objetivo no será sólo acabar, disfrutar y no lesionarme, si no que quiero conseguir un buen puesto y exprimirme al máximo, que para eso corro en mi casa.

Y con esta mentalidad afronto el inicio de la carrera, colocándome detrás de gente más rápida que yo, que me servirán de referencia. Así nos adentramos por una zona de tierra que conduce al Camino Portugués, para luego avanzar por un terreno lleno de ramas y troncos sueltos que nos llevará a una pequeña subida que acaba en el viejo campo de fútbol de Chans. Aquí es zona verde y se puede correr un rato y empezar a disfrutar de las vistas del Río Miño a nuestra izquierda. Al acabar este tramo una pequeña subida que nos llevará por una pista que conduce a Saa, donde afrontamos una divertida bajada por un sendero muy estrecho con barro, varios saltos y zig-zags para acabar en el lavadero y entrar en Camposancos y afrontar la primera subida dura con el tema de “Carros de Fuego” sonando a todo volumen desde un altavoz colocado en una ventana. Después, vuelta a bajar a toda leche hasta llegar a la Plaza de San Amaro, llegada hasta el cementerio y subir por el camino de piedra que nos llevará hacia el Promonte, donde está ubicado el avituallamiento del km. 6 y desde donde se puede disfrutar de las increíbles vistas de la desembocadura del Miño. Antes de llegar al mirador, adelanto a Chema que acaba de sufrir una de sus famosas explosiones.

En este punto de la carrera ya sé que voy muy bien de piernas, he adelantado a mucha gente que suele ir mejor que yo, y eso me anima para no bajar el ritmo. Ahora toca llanear 1 km. por una pista que nos llevará a una subida muy chula, pasaremos por un sendero de acacias y volveremos a subir con cuerdas incluídas, hasta coronar por primera vez el Monte por su cara oeste, disfrutando de las mejores vistas de La Guardia.

Bajada vertiginosa por otro tramo estrecho y técnico, para luego volver a bajar una pista más ancha que nos conducirá hacia La Cal. Aquí subiremos por una pista de rocas y piedras sueltas, hasta llegar al nuevo campo del Chans, lo rodearemos y aquí está el avituallamiento sólido. No paro ni 10 segundos, cojo un plátano y media naranja y salgo zumbando hacia arriba.

Toca coronar el Tecla por segunda vez, en esta ocasión por La Citania, donde se encuentra el antiguo poblado Celta. Subiremos por la casa forestal, y remataremos la subida por una rampa empinada que conduce a las antenas de San Francisco. De nuevo toca bajada hacia las nuevas excavaciones, para llegar a la subida de las “14 Revoltas”, que termina en la iglesia, y subir hacia el Pico do Facho. Bajamos por escaleras de piedra, donde nos encontraremos con la sorpresa de una Treboada con sus gaitas y bombos animando a los participantes.

Ahora toca otra bajada por unas escaleras de madera donde adelanto a 5 corredores y bajamos por el avituallamiento del km. 6, que esta vez es el km. 14. Ya sólo quedan 4 km, y voy sin freno. Hace varios kilómetros que persigo una mancha naranja, Jorge “Carrerón” Grandal. Sabe que voy detrás de él, me he encargado de que se enterara y si mantengo esa distancia, sé que puedo cogerlo en la última subida, un cortafuegos que nos lleva nuevamente al pie de las "14 Revoltas". Le pego varias voces, hago mi guerra sicológica con frases como “Ya estamos aquiiii” o " Te voy a adelantar, y lo sabes" y chorradas por el estilo. Se da la vuelta un par de veces, lo tengo a menos de 50 metros, pero no soy capaz de engancharlo. Las fuerzas ya van muy justas, pero aún me queda algo de gasolina para la bajada final. Son un par de kilómetros por zona de piedra suelta que conozco bien, puedo tener mi oportunidad. Adelanto a mi paisano Oscar, quien acababa de sufrir calambres, y vuelvo a ver la mancha naranja. “Ahora o nunca” me digo a mí mismo. Voy como un poseso a por él, voy recortando la distancia, volvemos a pasar por el campo del viejo Chans, y zas……. de repente me veo en el suelo, sangrando y dolorido ¿ Qué coño ha pasado? Me caigo en el sitio más tonto, en el momento más inoportuno. Oigo voces por detrás que preguntan que tal estoy, elevo el pulgar para decirles que estoy bien ( los cojones estoy bien!) y me levanto lo más rápido que puedo. Sé que no voy a coger a Jorge, y lo que es peor, sé que los tres que vienen detrás probablemente me adelanten, y así es. Me pasan a escasos 200 metros de línea de meta, después de atravesar el último sendero entre árboles, donde ya se escucha la música y al speaker anunciando los nombres de los corredores según van llegando.

Entro en el puesto 69 con un tiempo de 2:17.
Felicidades a la organización por la gran carrera que nos han brindado y a todos los miembros de mi equipo por haber venido a la misma.

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