Trail do Lor - Por Marcos Cidrás

“Lo que nos gusta sufrir…”

Salimos el “clan Cidrás” el viernes de tarde para Quiroga para hacer sin duda uno de los trails más duros de Galicia: Trail do Lor

Cuando llegamos ya estaba por allí otro Coutadas: Rubén. Estuvimos hablando con compañeros y gente de la organización, dejamos las maletas en nuestra mítica habitación 101 y nos fuimos a cenar. La organización tiene preparado un restaurante para los corredores, y allí nos encontramos con ellos, todos cenando y, como no, con birras en la mano, somos unos traileros muy cerveceros jajaja… De ahí para a la charla técnica dada por Blas y para cama a coger fuerzas para lo que nos esperaba al día siguiente.

Nos levantamos a las 7 nos fuimos a desayunar bien fuerte, preparamos todo lo necesario para la carrera, calentamos un poco y nos colocamos en la salida.

A las 9 salimos, 600 mts de asfalto para coger algo de ritmo y comenzamos a subir hacia un cortafuegos sobre 1km de subida, ahí se empieza a alejar Arca seguido de algún corredor de la prueba corta; y empezamos a divertirnos por una bajada técnica llena de barro, troncos y “lousas” de pizarra que resbalan que da gusto. Aquí nos pasó rapidísimo un corredor al cual no conocíamos y que pensamos que aun llevando el dorsal de la larga se había cambiado a la corta, por el ritmo que llevaba. De aquí vamos entre dos laderas subiendo y bajando alrededor de regatos, una zona lenta que nos lleva a unos senderos en lo alto de la montaña y corremos hacia el primer avituallamiento en el km 6,5. Nos dicen que Arca nos lleva 4 minutos, así que no paro. Vamos un grupo de tres corredores turnándonos para tirar, de nuevo una subida en la que te hace falta utilizar las manos y después una bajada muy técnica, bueno aquí todas lo son. Llegamos al segundo avituallamiento, relleno agua y continúo. Aquí es donde nos confundimos y tardamos unos 10 minutos en encontrar el camino correcto, y la desmotivación que esto supone. Continuamos en la misma línea: subidas duras seguidas de bajadas técnicas alrededor del río Lor, que iba con bastante caudal, y de ahí a una de las pocas zonas corribles de la carrera.

De nuevo una subida durísima que nos lleva hacia Paderne donde unimos de nuevo con la prueba corta. Llegamos al avituallamiento del km 35, decir que en ellos había de todo, tanto líquido como sólido. Un poco más adelante un vecino del pueblo me dice “rapás para un pouco e mandalle un vasiño de viño e chourizo da casa” y ahí fui, y qué bien me sentó! Por allí había estado mi hermana probando también su mencía casero, una botellita se mandó. La gente de allí es otra de las cosas a destacar, que BUENA GENTE.

Y  volvemos a la carrera, como no bajando a través del río por toboganes de barro, esquivando árboles, saltando alturas considerables y hasta haciendo algo de rapel. Hay que ir con ojo pero sé que voy cuarto a pesar de mis despistes y quiero seguir ahí. Y la nueva sorpresita que nos tenían preparada: eliminaron 2km de sendero corrible por 500mts de subida, casi escalada por rocas. Último avituallamiento y tomo algo porque sé lo que viene a continuación: la famosa “petada del Lor”, una subida con un desnivel exagerado en la que aún usando  las cuatro patas te vas hacia atrás, pero sé que al terminarla ya solo queda bajar hacia meta. Así que tiro pa arriba con las fuerzas que me quedan. Me pongo a correr bajando entre pinos y me encuentro al escoba de la corta, que me dice que aunque voy fuerte ya no me da para coger al tercero, y yo pensando "Marcos no te despistes en la meta que eres un cazurro".
Y me encuentro con Sara, mi mujer, y Susi, mi hermana, que me dan los últimos ánimos  y llego en cuarta posición en el trail más duro de Galicia y tercero  del circuito.

 


Ganador, como no, Fernando Arca y segundo aquel corredor desconocido que nos adelantó bajando, Rafael, un chico que hace BTT, y tercero Iván Barreiro.

Enhorabuena a la organización por ponérnoslo cada vez más difícil, y a mi hermano René por su octava posición, no sé si me quedará mucho para seguir ganándole, y a Sara por su quinto puesto y porque se lo pasó genial.

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